Las apps son un fenómeno relativamente reciente, pero disruptivo. Desde su nacimiento en 2008, en breve tiempo han ido cambiando radicalmente la forma en que la gente se comunica, juega, compra y disfruta de servicios.
Por su increíble potencial transformador, representan una de las claves de la revolución digital que está afectando a industrias enteras, como los medios de comunicación, el transporte, la educación, la automoción y la salud. Las aplicaciones móviles hacen posibles nuevas, sencillas y potentes maneras de conectar a las empresas con sus clientes, a los artistas con los fans, los profesores con los estudiantes, los pacientes con los médicos, los pasajeros con los taxistas.
Pero su impacto disruptivo no se limita a las industrias tradicionales, ya que las apps han redefinido completamente las reglas de sectores nativos digitales como los videojuegos (con el auge de los juegos para dispositivos móviles que han abierto nuevas posibilidades para estudios grandes y pequeños) y el e-commerce para el cual el m-commerce (mobile commerce) representa un canal cada día más importante.
La clave de este éxito reside en la alta penetración de dispositivos móviles (smartphones y tablet) en la cual España es líder en Europa, así como de las smart TV, además en la extrema sencillez para encontrar y descargar apps a través de las tiendas de aplicaciones, como Google Play o App Store de Apple.
Sin embargo, un aspecto fundamental de la revolución de las apps, reside en el hecho de que generan trabajo. En un entorno global de crisis y de desempleo, las apps se han convertido en una actividad que al día de hoy proporciona empleo directo a casi dos millones de profesionales en toda Europa, un millón de los cuales desarrolladores. Y las previsiones hablan de crecimiento, hasta tres millones de empleos en desarrollo y cinco millones de empleos indirectos en 2018.
Los perfiles involucrados son varios, desde desarrolladores, testers, diseñadores, expertos en interfaces y en interacción de usuario, pero también perfiles en marketing, ventas, desarrollo de negocio, recursos humanos, etc.
En concreto, las oportunidades para los profesionales se perfilan a lo largo de 3 líneas:
1. Dentro de grandes empresas independientes de desarrollo – como de videojuegos, por ejemplo – que se dedican principalmente al desarrollo de apps y su comercialización en las tiendas de aplicaciones, bien bajo pago o con modelos de revenue alternativos, como publicidad o compras in-app.
2. En departamento de desarrollo de apps “in-house” de empresas – como los bancos – que no se dedican principalmente al negocio de apps, pero para las cuales las aplicaciones representan un canal paralelo para ofrecer sus servicios.
3. En el desarrollo de apps para terceros. A esta actividad se dedican hoy mismo el 42% de los profesionales y es la más prometedora, ya que está permitiendo la creación de nuevas empresas y startup para satisfacer la alta demanda de desarrollo de apps que proviene de empresas de todos los sectores económicos.
Eso en un mundo ideal, luego las ofertas seran "se busca desarrollador ios/android/glass/tv con capacidad para diseñar apps atractivas tanto visualmente como internamente, con conocimientos de testing", es decir, 10 puestos en 1
Por su increíble potencial transformador, representan una de las claves de la revolución digital que está afectando a industrias enteras, como los medios de comunicación, el transporte, la educación, la automoción y la salud. Las aplicaciones móviles hacen posibles nuevas, sencillas y potentes maneras de conectar a las empresas con sus clientes, a los artistas con los fans, los profesores con los estudiantes, los pacientes con los médicos, los pasajeros con los taxistas.
Pero su impacto disruptivo no se limita a las industrias tradicionales, ya que las apps han redefinido completamente las reglas de sectores nativos digitales como los videojuegos (con el auge de los juegos para dispositivos móviles que han abierto nuevas posibilidades para estudios grandes y pequeños) y el e-commerce para el cual el m-commerce (mobile commerce) representa un canal cada día más importante.
La clave de este éxito reside en la alta penetración de dispositivos móviles (smartphones y tablet) en la cual España es líder en Europa, así como de las smart TV, además en la extrema sencillez para encontrar y descargar apps a través de las tiendas de aplicaciones, como Google Play o App Store de Apple.
Sin embargo, un aspecto fundamental de la revolución de las apps, reside en el hecho de que generan trabajo. En un entorno global de crisis y de desempleo, las apps se han convertido en una actividad que al día de hoy proporciona empleo directo a casi dos millones de profesionales en toda Europa, un millón de los cuales desarrolladores. Y las previsiones hablan de crecimiento, hasta tres millones de empleos en desarrollo y cinco millones de empleos indirectos en 2018.
Los perfiles involucrados son varios, desde desarrolladores, testers, diseñadores, expertos en interfaces y en interacción de usuario, pero también perfiles en marketing, ventas, desarrollo de negocio, recursos humanos, etc.
En concreto, las oportunidades para los profesionales se perfilan a lo largo de 3 líneas:
1. Dentro de grandes empresas independientes de desarrollo – como de videojuegos, por ejemplo – que se dedican principalmente al desarrollo de apps y su comercialización en las tiendas de aplicaciones, bien bajo pago o con modelos de revenue alternativos, como publicidad o compras in-app.
2. En departamento de desarrollo de apps “in-house” de empresas – como los bancos – que no se dedican principalmente al negocio de apps, pero para las cuales las aplicaciones representan un canal paralelo para ofrecer sus servicios.
3. En el desarrollo de apps para terceros. A esta actividad se dedican hoy mismo el 42% de los profesionales y es la más prometedora, ya que está permitiendo la creación de nuevas empresas y startup para satisfacer la alta demanda de desarrollo de apps que proviene de empresas de todos los sectores económicos.
31/10/2014 23:01