Comunidad por David Bonilla
Betabeers Testimonios 13/10/2015
Aunque los más jóvenes crean que siempre estuvo aquí, Betabeers apenas tiene cinco años. Antes, los desarrolladores se agrupaban en comunidades verticales que nos separaban por lenguajes, tecnologías o herramientas.
Los programadores éramos de Marte y los diseñadores de Venus. Los de Ruby iban por su lado y los de .NET por el suyo. Los usuarios de Linux tenían sus propios foros y a los DevOps todavía se les llamaba, simplemente, Administradores de Sistemas.
Betabeers acabó de golpe con todos esos silos creando un entorno amigable donde cabíamos todos y nadie sobraba. Nos ayudó a definir, cimentar y construir un colectivo, hasta ese momento disperso.
Aunque fuera desarrollador, me sentía mucho más cercano a diseñadores o gente de marketing -que se estaban quemando las pestañas por sacar adelante proyectos e ideas propias- que con un programador que llevara años dormitando en el sótano de algún ministerio. Betabeers fue el punto de encuentro para muchos de los que buscábamos algo más allá de la seguridad de una nómina y puso las cosas muy difíciles a los que les gusta encajonar a la gente.
Y, de repente, todas las etiquetas dejaron de tener sentido. Ya no importaba en que lenguaje programaras -ni siquiera si eras o no programador- sino tu pasión y ganas de crear y trabajar con tecnología.
Cinco años más tarde, los retos a los que nos enfrentamos son prácticamente los mismos. Y no son pequeños.
Seguimos siendo un colectivo con un bajísimo índice de participación –en una ciudad con decenas de miles de desarrolladores como Madrid, es raro ver una charla técnica con más de 50 asistentes- y escaso espíritu gremial.
Seguimos discutiendo entre nosotros si tal o cual lenguaje es mejor, sin entender que la tecnología no es el fin sino el medio. Una simple herramienta con la que lograr nuestro objetivo de crear software que otros quieran usar.
Seguimos sin saber explicar al resto de la Sociedad por qué nuestra profesión es la mas maravillosa del mundo. Cómo podemos transformar la vida de otras personas y crear riqueza sólo con nuestras ideas y nuestra capacidad de convertirlas en realidades a través del código.
Eso si, gracias a Betabeers, ya no nos enfrentamos a todos estos retos por separado sino juntos. Colaborando. Como una auténtica Comunidad.